Lejos de las enseñanzas de algunos gurús del cine en casa, el formato 8K no es una moda pasajera: se trata de la evolución natural de la industria. Y no solo eso, sino que todo apunta a que se mantendrá vigente durante mucho tiempo por cuestiones arcanas para el consumidor de a pie como los pipelines de producción. Lo que mucha gente no sabe es que la tecnología QLED 8K brinda también el soporte más espectacular para nuestros videojuegos.
Las características de los televisores Samsung de mayor categoría han sido desarrolladas con los cinéfilos en mente, pero se da la circunstancia de que muchos de los atributos que las hacen brillar con series y películas también logran convertirlos en una plataforma espectacular para los jugadores. Conozcamos sus claves.
Sin retención de imagen ni quemados
La tecnología QLED 8K de Samsung destaca por su durabilidad. No solo desde un punto de estabilidad en un periodo de tiempo indistintamente del uso recibido, sino tras miles de horas de reproducción de contenidos. Esto es así porque las partículas cuánticas que forman su película de intensificación de color son inorgánicas y no aquejan la degradación que sí tiene lugar, por ejemplo, en los televisores OLED actuales.
Estas partículas inorgánicas (con núcleo y recubrimiento metálicos) reciben la consideración cuántica porque sus peculiares características cromáticas cambian dependiendo de la iluminación recibida, por lo que mejoran el contraste natural de un panel LCD y permiten alcanzar nuevas cotas de contraste, con negros más profundos y explosiones más coloristas. Su tiempo de reacción es además instantáneo.

La tecnología QLED 8K de Samsung destaca por su durabilidad. No solo desde un punto de estabilidad en un periodo de tiempo indistintamente del uso recibido, sino tras miles de horas de reproducción de contenidos. Esto es así porque las partículas cuánticas que forman su película de intensificación de color son inorgánicas y no aquejan la degradación que sí tiene lugar, por ejemplo, en los televisores OLED actuales.
Estas partículas inorgánicas (con núcleo y recubrimiento metálicos) reciben la consideración cuántica porque sus peculiares características cromáticas cambian dependiendo de la iluminación recibida, por lo que mejoran el contraste natural de un panel LCD y permiten alcanzar nuevas cotas de contraste, con negros más profundos y explosiones más coloristas. Su tiempo de reacción es además instantáneo.

La tecnología QLED 8K de Samsung destaca por su durabilidad. No solo desde un punto de estabilidad en un periodo de tiempo indistintamente del uso recibido, sino tras miles de horas de reproducción de contenidos. Esto es así porque las partículas cuánticas que forman su película de intensificación de color son inorgánicas y no aquejan la degradación que sí tiene lugar, por ejemplo, en los televisores OLED actuales.
Estas partículas inorgánicas (con núcleo y recubrimiento metálicos) reciben la consideración cuántica porque sus peculiares características cromáticas cambian dependiendo de la iluminación recibida, por lo que mejoran el contraste natural de un panel LCD y permiten alcanzar nuevas cotas de contraste, con negros más profundos y explosiones más coloristas. Su tiempo de reacción es además instantáneo.

Otro aspecto en el que Samsung destaca con sus televisores QLED 8K es la velocidad. Ya ahora resulta notable, pero en la próxima generación de consolas lo será aún más gracias al uso de la tecnología VRR por parte de PlayStation 5 y Xbox Scarlett. Son las siglas de Variable Refresh Rate, una parte de la especificación HDMI gracias a la cual la frecuencia de refresco de un televisor puede variar para ajustarse a la tasa de fotogramas por segundo puestos en pantalla.
Los jugadores de PC se han beneficiado durante unos cuantos años de esta tecnología a través de los monitores G-Sync (Nvidia) y FreeSync (AMD). Los de consola, sin embargo, solo podían mirar con los ojos llorosos mientras soñaban con el fin del tearing y una fluidez que hasta ahora parecía exclusiva de la autodenominada master race. Ya no es el caso.
Los televisores 8K QLED ofrecen un refresco máximo de 120 Hz con contenidos originales a 4K, que serán estandarizados para juegos con la próxima generación de consolas. Como resultado, las imágenes se mostrarán mucho más definidas. Y mediante el uso de VRR vía HDMI, efectos tan desagradables como el tearing desaparecerán de nuestra vista.

Asimismo, el Modo Juego y la tecnología de reducción de latencia empleada por Samsung permiten reducir el input lag a su mínima expresión. Que es algo que nunca hubiéramos imaginado en unos televisores centrados en la calidad de imagen y por tanto (infundadamente) sospechosos del sobreprocesamiento. Este valor refleja el tiempo que pasa desde que pulsamos un botón en el mando y hasta que la pantalla muestra la acción. A más tiempo, mayor desconexión entre juego y jugador.
La latencia de entrada es absolutamente crítica en los juegos de disparos y lucha. Que son dos géneros en los que el QLED 8K brilla con luz propia. Concretamente, sitios especializados como Rtings han registrado latencias de solo 15 milisegundos con contenidos originales 4K, que es algo fuera de lo normal, y unos extraordinarios 6,7 ms con fuentes Full HD y refresco variable activado.
El resultado es que los juegos vuelan. Tanto en FPS como en velocidad de respuesta.
Juega sin cables con tu PC desde la comodidad del sofá

Otro aspecto no particularmente conocido de los televisores QLED 8K y que ayuda a marcar la diferencia con otros es su capacidad para proporcionar una experiencia de juego sin cables como ninguna otra. Para ello se vale de la aplicación Steam Link de Valve, disponible para la plataforma Smart TV Tizen, que permite realizar un streaming de datos desde tu PC.
Steam Link, como bien sabrán los jugadores de PC, permite conectar el ordenador al televisor mediante una red Wi-Fi con una latencia muy reducida. Su uso principal es acercar el gaming de PC al salón, de forma que puedes tener la torre en el dormitorio y jugar con tu teclado y tu ratón (o un gamepad como el de la Xbox One) desde el confort de tu sofá.

Audio, vídeo y datos de juego se transmite entre tele y PC sin cables, aunque el resultado final es tal que parecería que están conectados mediante HDMI. Algo parecido sucede con la conectividad inalámbrica Smart TV. Gracias a este sistema presente en las tabletas y los teléfonos de Samsung, puedes enviar los contenidos de los dispositivos móviles al televisor sin cables. Si Asphalt 9: Legends se ve de cine en la pantalla de un Galaxy S10, ni te lo imaginas en una tele QLED 8K de 85 pulgadas.
Atenuación dinámica por zonas para un negro más profundo y un brillo localizado

Por último podemos mencionar una prestación que sin duda ha beneficiado a incontables cinéfilos y que ya está derritiendo las retinas de no pocos jugadores: el HDR10+. Esta tecnología permite modificar la luminancia de las imágenes de cada escena de una película, y recientemente, con la llegada de PlayStation 4 Pro y Xbox One X, hemos podido verla en acción también en videojuegos.
Pero obtener un buen HDR depende de mucho más que una iluminación fulgurante. Los picos de hasta 4.000 nits que puede gestionar el sistema de iluminación Direct Full Array Elite de Samsung se obtienen de forma selectiva en lugar de iluminando toda la pantalla. Así como otros televisores solo utilizan varias zonas de iluminación para toda la pantalla, Samsung emplea decenas y decenas de puntos de luz individuales que intensifica o atenúa según se requiera.

El resultado de este sistema es un cromatismo mucho más fidedigno, así como un negro más profundo en regiones específicas. De esta forma, una explosión nocturna brillará con gran intensidad al iluminarse de forma puntual los LED situados en la bola de fuego, mientras que el resto permanecerán mucho más atenuados para reforzar la oscuridad del entorno.
El HDR más avanzado, presente en un número creciente de juegos, es junto a otros muchos avances una buena prueba de que los televisores Samsung QLED 8K pueden hacer por los videojuegos lo mismo e incluso más que por el cine: mejorar la sensación de inmersión, brindar una imagen más nítida y lograr que nuestra forma de entretenimiento favorita pase a otro nivel. Todo ello con el añadido de estar preparados para el futuro, ofreciendo desde ya mismo las prestaciones que explotarán las consolas del mañana.
Imágenes | Samsung, Bethesda, Pixabay