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Los asistentes de voz se han instalado en nuestras vidas de un modo natural y progresivo. Hablar con la tecnología se está convirtiendo en una forma de interacción habitual con nuestros dispositivos gracias a estos ayudantes digitales basados en tecnologías como la Inteligencia Artificial, la nube y las comunicaciones móviles. La adopción está siendo rápida, algo que también vemos con otras tendencias tecnológicas como las que provienen del mundo de la televisión y los contenidos multimedia con el salto a la resolución 8K.

Samsung, sin ir más lejos, ha integrado la voz como parte de las posibilidades de interacción con sus dispositivos desde tiempos anteriores a los asistentes, y haciendo que evolucionase hasta llegar a Bixby. El asistente de voz de Samsung, optimizado y diseñado para sus dispositivos, es capaz de aprender de los usuarios y de adaptarse a ellos de un modo personalizado y único.

Bixby, el asistente de Samsung

Bixby comenzó su andadura en los smartphones de Samsung. Paulatinamente, la empresa coreana ha ido introduciendo el asistente en otras familias de productos, como en el caso de los televisores Smart TV. Bixby permite que nos comuniquemos con nuestros dispositivos a través de la voz usando un lenguaje natural en vez de limitarnos a usar comandos aislados. En el caso de los televisores, podemos hacer preguntas a Bixby acerca de las películas que queramos ver, sobre cuándo ponen un determinado programa o sobre datos de reparto, etcétera.

A través de Bixby, en la gama de televisores QLED 8K de 2019, podemos incluso encender el televisor sin necesidad de usar el micrófono en el mando a distancia One Remote, así como realizar cambios en los ajustes del dispositivo. Desde hace unos meses, Bixby habla en español con fluidez, por lo que el idioma no será un problema. Además, Samsung, ha integrado en los modelos 2018 la compatibilidades con otros asistetes cono Google Assitant o Amazon Alexa.

Pero, vamos con la pregunta importante, la que nos ha traído hasta aquí. ¿Por qué el 8K es la resolución del futuro?

De dónde venimos

La televisión surgió bastante antes del advenimiento de la tecnología digital. Del mismo modo que ha sucedido con la música, la fotografía, la prensa o el cine, la televisión ha visto cómo la tecnología analógica ha ido dejando paso a la digital a un ritmo exponencialmente creciente. En la televisión analógica, la resolución se medía en líneas. Concretamente 625, de las cuales eran visibles 576. Ahora, también se mide así, pero añadiendo más líneas y contando los píxeles por millones.

Yendo a píxeles, hablamos de valores de, por ejemplo, 640 x 480 píxeles para la televisión analógica y para soportes como el DVD. Este soporte llegó en 1996 con muchos bits debajo del brazo y con contenidos digitales almacenados en soportes ópticos, aunque reproducidos mayoritariamente en un primer momento a través de dispositivos analógicos.

Las primeras teles planas llegaron en 1988 y eran de 14 pulgadas, con apenas 300.000 píxeles. El auge de los televisores LCD no llegaría hasta los años 2000, con resoluciones 720p primero y luego 1080p. Los televisores 4K (2160p) llegaron en 2013 y, desde hace unos meses, ya hay televisores 8K (4320p) de la mano de Samsung. La familia de televisores Samsung QLED 8K recibe en estas semanas a su segunda generación tecnológica, con nuevas funciones, mayor diversidad de pulgadas y conectividad de nueva generación.

La cantidad de píxeles asociada con cada resolución aumenta en una proporción no lineal con cada salto de calidad. Así, en 720p tenemos que cada fotograma tiene un millón de píxeles (o 1 Mpx). En Full HD pasamos a 2 Mpx. En 4K tenemos 8 Mpx y en 8K tenemos 33 millones de píxeles).

8K, ¿la resolución del futuro?

Esta es una de las razones por las que 8K supone un salto muy importante en cuanto a cantidad de detalle contenido en cada fotograma: pasamos de 8 millones de píxeles a nada menos que 33 millones. Para hacernos una idea de lo que este salto supone, podemos relacionarlo con la fotografía digital, donde 8 millones de píxeles se consideran escasos bajo los estándares actuales, pero 33 Mpx son ya una cantidad de píxeles que encontramos solo en cámaras profesionales.

Es decir, cada fotograma de una película codificada en 8K, tiene 33 millones de píxeles. De este modo, si congelamos un fotograma, tendremos nada menos que una foto con una cantidad de detalle que nos permitirá explorar las escenas como si de fotografías se tratase.

4K como si fuera 8K

Por el momento, los contenidos 8K que hay en la actualidad se limitan a unos pocos que podemos encontrar en canales de Vimeo y pronto en YouTube. También encontramos contenidos en soportes como Blu-Ray o DVD. Y algunas plataformas de streaming preparan ya lanzamientos de vídeo en 8K.

Lo que han hecho fabricantes como Samsung en televisores 8K como el nuevo Q950R de este año y en los Q900R de la primera generación 8K, es integrar componentes capaces de mover los 33,2 millones de píxeles de cada fotograma de un contenido 8K, así como aplicar técnicas de IA capaces de escalar contenidos con resolución inferior a 8K hasta 8K.

Con el modelo Q900 ya hicimos pruebas en su momento, comparando contenidos 8K con los mismos contenidos 8K transformados a 4K mediante edición en un software profesional, comprobando que las diferencias eran prácticamente inapreciables y haciendo valer la idoneidad del sistema de escalado MLSR (Machine Learning Super Resolution) empleado por Samsung en sus propuestas QLED 8K.

A más píxeles, más realismo

Los televisores 8K tienen una cantidad tal de píxeles, que a distancias normales de visionado en un salón tradicional, resulta muy complicado, por no decir imposible, ver cada píxel por separado. De todos modos, según el estudio ‘Sensation of Realness From High-Resolution Images of Real Objects’ del experto en ingeniería óptica japonés Kenichiro Masaoka, no solo se trata de percibir o no los píxeles individuales.

Según este estudio, a más píxeles, mayor sensación de realismo obtenemos de los contenidos que visualicemos en una pantalla. El ojo no percibe los píxeles individuales, pero con 8K los degradados de color, por ejemplo, se muestran de un modo mucho más natural ante el ojo.

8K es una solución de compromiso óptima entre número de píxeles y calidad de imagen tanto cualitativa como cuantitativa.

Los creadores de contenidos usarán 8K

De momento no hay muchos contenidos grabados en 8K, pero películas como ‘Guardianes de la Galaxia Vol. 2’ ya han sido filmadas usando cámaras 8K. Puede que luego estas películas no se proyecten (de momento) en su formato original, pero es más sencillo crear copias a resoluciones menores a partir de 8K que remasterizar contenidos grabados a menor resolución.

De todos modos, el próximo verano tendrán lugar los Juegos Olímpicos de Tokyo 2020. En ese evento se darán las condiciones para la génesis de la «tormenta perfecta» del 8K: los eventos deportivos suelen ser el pretexto perfecto para que las nuevas tecnologías audiovisuales se pongan a prueba y, por otro lado, Japón adora la tecnología 8K. Compañías como NKH ya están muy avanzadas en este campo, con emisiones habituales en esta resolución, por ejemplo.

En España, el Debate Electoral del pasado 23 de abril fue grabado con cinco cámaras 8K por Atresmedia, lo cual es una muestra del interés que tienen las empresas creadoras de contenidos por esta tecnología y que se suma a la de las creaciones cinematográficas o los mencionados Juegos Olímpicos de Japón 2020. Este debate se puede ver en Vimeo.

Una vez más a la vanguardia de la tecnología, el pasado 13 de junio Samsung en colaboración con el Repsol Honda Team presentaron la primera grabación 100% nativa 8K de los test de pruebas del equipo Campeón del Mundo de MotoGP. El contenido audiovisual estará disponible próximamente en la web del equipo.

La tendencia es la de capturar contenido en 8K, e incluso es algunos smartphones ya lo hacen. Además, gracias a las capacidades de almacenamiento de 1 TB como en el caso de algunos modelos de terminales Galaxy S10 de Samsung, las ventajas de capturar imágenes y vídeos en 8K pronto estarán al alcance de todos los usuarios.

Con 5G el streaming 8K será posible de forma habitual

Las emisiones en streaming son, en la actualidad y prácticamente en su totalidad en Full HD (1080p), con la posibilidad de subir a 4K en algunos casos si la conexión que tenemos es apta para mantener tasas de transferencia y latencias suficientes como para que las emisiones sean fluidas.

Algunos proveedores de vídeo bajo demanda ofrecen recomendaciones de conectividad para diferentes calidades de visualización, señalando una conexión mínima de 25 Mbps para un streaming en 4K. Para contenidos 8K, si seguimos las proporciones vistas para la resolución de los fotogramas, necesitaríamos un mínimo de entre 60 y 80 Mbps.

Ahora mismo, las conexiones de fibra más ambiciosas de 300 o 500 Mbps e, incluso, 1 Gpbs ya permitirían este tipo de calidades. Con la tecnología móvil 5G, una vez que se haya desplegado la infraestructura de red completa, las velocidades de 1 Gbps serán posibles de forma generalizada y no solamente en entornos donde haya fibra.

Conexiones a la medida

Las conexiones son también una pieza importante de la ecuación. De momento, el estándar es HDMI 1.4 o HDMI 2.0. HDMI 1.4 permite tasas de bits de hasta 10,4 Gbps, mientras que HDMI 2.0 alcanza hasta los 18 Gbps. Con todo, 8K precisa de tasas de bits mayores para poder viajar a través de un cable.

Los nuevos televisores de Samsung, como por ejemplo el QLED Q950R, incluyen este tipo de conectividad en sus cajas de conexiones externas One Connect. De este modo, será factible manejar contenidos 4K y 8K con más flexibilidad y usando dispositivos tales como unidades de almacenamiento externas o soportes digitales de alta calidad y elevadas tasas de bits.

8K: más es más

La primera impresión cuando se habla de 8K es la de preguntarse para qué queremos tantos píxeles cuando en la práctica apenas hay contenidos. Como hemos visto, estamos ante una tecnología elegante y con muchos ases en la manga. Por lo pronto, las fotografías de más de 16 millones de píxeles son contenidos que merece la pena ver en pantallas con un número de píxeles elevado.

Además, si el sistema de escalado es bueno, como sucede con la tecnología MLSR (Machine Learning Super Resolution) apoyada por la inteligencia artificial de Samsung, podremos disfrutar de contenidos 8K a partir de 4K sin mermas de calidad aparentes.

8K abre las puertas a una percepción de los contenidos más agradable y fidedigna a la vista que la percepción proveniente de contenidos 4K. Y los creadores de contenidos están apuntando a 8K como un objetivo deseable. En Japón ya lo tienen en activo, por ejemplo, de forma habitual, y las grandes producciones de cine o televisión están ya usando 8K.

Como hemos visto, hasta es factible que empecemos a capturar contenidos 8K con nuestros móviles de forma generalizada en la próxima generación tecnológica. Además, los precios tienden a la baja. Se introducen modelos más ambiciosos en apartados como las pulgadas, mientras que los de menos pulgadas y generaciones anteriores reducen su precio a un ritmo progresivo y que no pasa desapercibido.

8K combina una muy elevada calidad de imagen con unos requisitos tecnológicos que ya están al alcance de nuestros dispositivos y de nuestras modalidades de conexión, a la espera de que 5G se despliegue de forma habitual.

Fotos | Samsung, Televisión de 14» de Sharp World