Los viejos del lugar recordarán lo fácil que era comprar un televisor en los tiempos de los rayos catódicos. Ibas a la tienda con un presupuesto, comparabas su calidad de imagen, medías bien la profundidad para asegurarte de que entraba en el mueble y regresabas a tu casa con una tele totalmente nueva. No había mucho más que mirar.
Las cosas han cambiado un poco desde entonces. Ahora ya no son televisores, sino Smart TV, y hasta tienen inteligencia artificial.
Hacer una buena compra requiere conocer el significado de siglas como QLED, 8K, HDR o VRR, y es que de poco sirve entrar a nuestro establecimiento de confianza y comprar el televisor más grande si luego no somos conscientes de sus capacidades. Conozcamos pues los términos que has de tener en cuenta antes de dar ese paso decisivo.
8K

Se entiende por resolución 8K cualquier matriz de píxeles con 8.000 puntos de anchura, ya sean exactos o aproximados. Si hablamos de televisores, el 8K adopta en concreto la resolución de 7680x4320 píxeles, también conocida de forma algo más obtusa como 4320p.
La resolución 8K se considera el formato de imagen del futuro. Con un total de 33 millones de píxeles, brinda cuatro veces más resolución que el 4K UHD y multiplica por dieciséis la resolución del desahuciado Full HD.
El formato 8K es en realidad bastante antiguo, las primeras emisiones se lanzaron allá por 1995 en Japón, pero realmente no pudieron ser explotadas hasta el año pasado, cuando Samsung lanzó los primeros televisores compatibles fabricados en masa con la serie.
Artefacto de la imagen
De nombre algo extraño, este concepto técnico se puede definir como una anomalía en cualquier tipo de imagen. Algo que de alguna forma ha llegado al contenido que estamos viendo pese a que no existía en la imagen real o el contenido original.
El ruido (punteado) de la imagen, el bandeado, el tearing, las aberraciones cromáticas, las estelas borrosas de los objetos en movimiento… Todo eso son artefactos visuales y solo hay una forma de mitigarlos: usando sistemas de procesamiento de la imagen extremadamente refinados unidos a pantallas muy, muy rápidas.
Más que otros factores, la ausencia de artefactos visuales determina la calidad de imagen de un auténtico televisor de gama alta.
El caso del bandeado

El bandeado es, posiblemente, uno de los artefactos más comunes. Se puede apreciar porque en una gradación continua de tonalidades no se produce una transición suave, sino que se escalona en diferentes colores como si la hubieran pintado a brochazos.
Este defecto tristemente extendido se puede producir por varios motivos, incluyendo el uso de paneles con procesamiento de 8 bits, que no tienen la profundidad adecuada para plasmar una progresión de tonalidades lo suficientemente delicada.
Samsung evita el efecto de bandeado en sus televisores QLED 8K usando dos tecnologías distintas. Por otro lado el Quantum Processor toma, recompone y trata la imagen para evitar o incluso rectificar este y otros artefactos. Por otro, el uso de paneles QLED de elevado cromatismo permite poner en pantalla todo el volumen de color, generando escenas mucho más naturales.
Contraste

La relación de contraste se define como la diferencia en luminosidad entre el color más brillante, que es el blanco, en comparación con el negro más puro que puede producir una pantalla. Está relacionado con el concepto del brillo, pero también con la capacidad de todo televisor para mostrar imágenes de colores genuinamente vivos.
Existen dos formas fundamentales de obtener un contraste muy elevado. Los paneles orgánicos lo hacen apagando los píxeles que no utilizan para conseguir el color negro. Su gran problema es la falta de luminosidad, que deriva en implementaciones de HDR deficientes y no muestran buen rendimiento en habitaciones soleadas o con abundante luz.
Los televisores QLED 8K de Samsung realizan una aproximación distinta. Además de tener una capa de partículas QLED para mejorar el cromatismo de su panel, despliegan una matriz Direct Full Array con una gran cantidad puntos de iluminación LED de alta intensidad, pudiendo alcanzar un brillo de hasta 5.000 nits. El resultado es un brillo tan elevado que no impide la instalación del televisor en ninguna habitación de la casa, por soleada que sea.
Direct Full Array Elite

La tecnología Direct Full Array Elite representa uno de los grandes avances en materia de calidad de imagen. Así como los antiguos televisores planos tenían lámparas de cátodo frío (CFL) a los lados de la pantalla, actualmente los televisores de gama alta como el Samsung Q950R integran un gran número de puntos LED con iluminación independiente y variable. Esto permite aumentar o disminuir el brillo de distintas zonas del televisor.
HDMI 2.1
El conector HDMI o High-Definition Multimedia Interface es virtualmente universal. La mayoría de los televisores son compatibles con la norma 1.4 y los menos con la 2.0, pero solo la generación 8K es compatible con la especificación HDMI 2.1.
Este tipo de conexión se caracteriza por ser la única capaz de plasmar imágenes 8K en toda su plenitud, por lo que es utilizada por la gama QLED 8K de Samsung para obtener señal desde fuentes nativas con la máxima calidad.
También permite beneficiarse de avances tan importantes como la tasa de refresco variable (con un límite de 120 Hz para contenidos HFR o a alta velocidad) y el HDR dinámico, de los que hablaremos más adelante. Es, en suma, el conector que permite brillar al 8K.
HDR
A estas alturas estamos seguros de que estás familiarizado con la tecnología HDR. En caso de que no sea el caso, basta recordar que HDR viene de High Dynamic Range. Aplicada a los televisores, esta tecnología permite variar la luminosidad de una pantalla de escena a escena.
No se trata de una simulación, sino que las propias películas y streams dicen al televisor cuánto y cómo ha de hacer brillar su pantalla usando metadatos, información incrustada en el propio contenido multimedia y que solo puede leer el dispositivo de reproducción o el televisor. Con la llegada del QLED 8K y el estándar HDMI 2.1 se introduce el HDR dinámico, que permite variar el brillo incluso fotograma a fotograma.
Actualmente hay diferentes tipos de estándares HDR. Samsung, que está aliada con Amazon Video para la difusión de la tecnología de alto rango dinámico, ofrece soporte para todas las principales tecnologías y además es compatible con la norma HDR10+, un estándar abierto y libre de royalties. Muchos de los principales estudios ofrecen contenidos compatibles con HDR10+, tal es el caso de Universal.
En los televisores QLED, por su parte, el Q HDR el proceso específico de Samsung para trabajar con cada secuencia HDR, explotando rutinas de IA y la iluminación Full Array.
Inteligencia Artificial
Aunque los contenidos 8K nativos están en fase de despliegue, la gama de televisores QLED 8K permite disfrutar de la máxima resolución utilizando procesamiento gráfico movido por inteligencia artificial (IA). Así como otro televisor se limitaría a «estirar» los píxeles de 4K a 8K, evidenciando la pérdida de detalle, el Quantum Processor examina cada píxel en su contexto y genera nuevos puntos lo más parecidos a los colindantes usando técnicas de reconocimiento de la imagen.
El resultado es un escalado que genera nuevos píxeles e información visual mediante técnicas de recomposición. De esta forma, el televisor es capaz de aportar una mayor definición a textos con letra pequeña como los números de la camisa de un futbolista o perfilar con mayor nitidez las ventanas de un rascacielos. Es una forma inteligente de obtener resolución 8K real a partir de contenidos 4K con un nivel de detalle próximo al de un contenido 8K nativo.
Esta técnica resulta especialmente interesante para los early adopters, consumidores tempranos pero muy exigentes que quieren disfrutar de la resolución 8K con los medios actuales. Así, aunque emisiones televisivas convencionales y Blu-ray todavía no alcanzan la resolución 8K, ya es posible disfrutar de ella con un gran nivel de detalle, casi como si fueran contenidos nativos.
QLED

QLED es la marca que Samsung utiliza para describir su tecnología propietaria de quantum dots o de puntos cuánticos. Estas partículas poseen dimensiones tan diminutas que adquieren propiedades electrónicas propias, hasta el punto de que pueden considerarse bidimensionales, de ahí su nombre. Su gran peculiaridad es que emiten su propia luz de color al ser iluminadas por el sistema LED de un televisor. De la unión de Quantum y LED, nace el concepto QLED.
La tecnología QLED es única, puesto que permite generar un mayor rango de colores, pero también tonalidades mucho más puras que con un panel LCD LED convencional o incluso una pantalla de tipo orgánico. Solo así se consigue reproducir el 100% del volumen del color al tiempo que se incrementa el brillo del televisor.
Dado su singular brillo y amplísimo cromatismo, el QLED es la tecnología más adecuada para sacar el máximo partido al formato 8K. Además, al ser partículas metálicas en lugar de orgánicas, no se degradan con el paso del tiempo ni sufren problemas de retención de imagen o quemados, que sí pueden tener lugar en otros tipos de pantalla.
Quantum Processor

El Quantum Processor es el corazón de los televisores QLED 8K de Samsung. No solo permite escalar las imágenes 4K a 8K y pulir aquellas de menos resolución gestionando rutinas de inteligencia artificial, sino que también maneja el funcionamiento del HDR y procesa el sonido.
Para ello, su IA analiza cada escena en pantalla y regula el audio, separando las señales para determinar si se corresponden a una conversación, a música o a un evento deportivo. A continuación, ecualiza el sonido del televisor de forma automática para que sea tan brillante como su calidad de imagen.
Quemado (retención) de la imagen

El quemado de la imagen o burn in es un desagradable defecto que se produce en los televisores de panel orgánico. Al utilizar compuestos volátiles y un complejo proceso electroquímico, las sustancias utilizadas por estas teles van perdiendo sus propiedades de forma puntual. Esto se puede apreciar especialmente en las «moscas» (los logotipos de las cadenas de televisión), que pueden quedar impresas.
El riesgo de sufrir una imagen quemada con un televisor de tipo orgánico es muy real, especialmente si estamos acostumbrados a ver un canal concreto de televisión con el logotipo en posición estática o si jugamos a los videojuegos y dejamos los menús encendidos durante largo tiempo. Son problemas que ya sucedían con las antiguas teles de plasma.
Los paneles QLED 8K no sufren de quemado de la imagen. Esto es así porque los quantum dots están formados por nanopartículas metálicas estables que no modifican su estado ni pierden sus propiedades. Por este motivo son la elección perfecta para aficionados a los videojuegos y seriéfilos empedernidos.
Nits
El nit es el nombre popular con el que nos referimos a la unidad internacional de medida de luminosidad, que es en realidad la candela por metro cuadrado o cd/m2. El número de nits determina lo luminoso que es un televisor, lo que a su vez impacta en su visibilidad, la calidad del HDR y la relación de contraste.
Actualmente un televisor moderno puede brindar entre 500 y 1.500 nits. La gama QLED 8K de Samsung, por contra, proporciona picos de hasta 5.000 nits en sus modelos más sofisticados.
Refresco variable (VRR)

La tasa de refresco variable o VRR ha cambiado la forma en la que entendemos los videojuegos. Explicada de forma muy sencilla, permite variar la velocidad de refresco del televisor (los Hz) a los fotogramas por segundo de la consola (FPS), evitando de esta forma la aparición del tearing, ese desagradable efecto que genera imágenes partidas por la mitad cuando movemos la cámara.
El VRR solo se incorpora en los estándares HDMI 2.0 y 2.1 y por tanto se encuentra soportado en los televisores QLED 8K de Samsung. Si bien el refresco variable se puede aprovechar desde hace años con un PC, las consolas Xbox One pueden sacarle partido para mostrar tasas teóricas de hasta 120 FPS con una fluidez excepcional.
Tizen

Tizen es la plataforma Smart TV utilizada por Samsung en todos sus televisores inteligentes. Aunque tiene sus raíces en la industria telefónica, este sistema operativo no es una simple adaptación de una plataforma smartphone como otros, sino que ha sido diseñado para adaptarse a las características de uso de un televisor. Por tanto, su manejo resulta intuitivo con el mando a distancia, aunque también incorpora funciones de reconocimiento de voz en los modelos más recientes.
En su última revisión, Tizen ha ganado compatibilidad con AirPlay 2. Esto significa que puede reproducir en stream los contenidos multimedia del catálogo de series y películas de Apple, disfrutando de forma automática de contenidos 4K HDR que serán escalados a 8K por el televisor.
Una de las peculiaridades de Tizen es que es un sistema operativo más seguro que otros, puesto que Samsung utiliza una estrategia de «jardín cerrado» por la cual solo se pueden instalar las aplicaciones de la tienda oficial. Además, mantiene un buen número de funciones exclusivas como Steam Link, que permite replicar la pantalla del PC de forma inalámbrica para jugar en el salón con tus títulos favoritos de Steam, además de las aplicaciones oficiales del Teatro Real y para la plataforma de emisiones deportivas beIN CONNECT.
Volumen de color

El volumen de color sirve para expresar la forma en la que un televisor puede reproducir los colores en todos sus niveles de brillo. Dicho de otra forma, es capaz de mostrar todas las tonalidades posibles independientemente en sus distintos puntos de luminosidad. No es una medida bidimensional sino tridimensional, ofreciendo una representación más fidedigna de las capacidades técnicas de un televisor.
Un mayor volumen de color implica tonalidades más vibrantes, gradaciones más sutiles y menor incidencia de ciertos artefactos visuales.
Si el concepto te resulta novedoso, es porque nadie había prestado mucha atención al volumen de color hasta la irrupción del HDR y los sistemas de iluminación de gran potencia. También porque solo hay una marca que cubre todo el volumen de color con sus televisores: Samsung. Los QLED 8K son los únicos capaces de abarcar todo el espectro, por lo que no es de extrañar que otros fabricantes omitan este dato en sus modelos.
Imágenes | Samsung, Argonne National Laboratory, Wikipedia (1), Wikipedia (2), Anton Porsche